jueves, 29 de noviembre de 2012

29 de noviembre ~ ♥


Llego al último escalón antes de encontrarme de frente a la puerta de mi casa. Me sequé la última lágrima y puse la mano en el picaporte. Respire hondo. Abrí la puerta e intenté sacar mi mayor sonrisa, por suerte no había nadie en mi casa. Me fui al baño pasando antes por mi cuarto, para dejar el bolso. Me miré en el espejo. Él tenía razón; estaba gorda. Vi como empezaba a caer una nueva lágrima. Cerré la puerta con el pestillo y me deslice hasta caer en el suelo. Empecé a llorar desesperadamente. Cuando conseguí calmarme un poco, me levanté y me acerqué al inodoro. Me arrodillé delante de él y me provoqué una arcada hasta vomitar; otra vez. Me lavé un poco la cara y salí del baño. Me dirigí a mi habitación donde se encontraban millones de fotos de él. Las cogí y las metí dentro de una pequeña bolsa. Subí a la azotea, abrí la bolsa y encendí una cerilla para quemarlas. Una vez quemadas las tiré a la calle. Bajé casi corriendo las escaleras y volví a entrar a mi cuarto. Me senté en la cama, y me metí entre las sábanas. Pude divisar una cuchilla en el suelo de la entrada. Me levanté y la cogí. La observe. Era vieja. Me la pose en el brazo y hice una pequeña raja. Noté como la sangre caliente salía y se llevaba consigo mis problemas en esos momentos. Me hice otra raja, y otra. No paraba de hacerme rajas en el brazo. Cuando me empecé a marear, tiré la cuchilla manchada de sangre al suelo, me volví a meter en la cama y cerré los ojos; para siempre.  

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